Las ventas de lanas finas (Merino) han tenido un comienzo de año sólido en términos de volumen y facturación en dólares, según un informe de Mecardo, la consultora de negocios de AG Solutions en Australia.
En enero y febrero de 2022 fueron comercializados unos US$ 315 millones en lana Merino en los mercados australianos, un monto que es similar al de enero-febrero de 2021 y –todavía bajo el influjo de la distorsión que supone la pandemia- está 9% por debajo del nivel medio de ventas de la última década.
Es justamente la amplia oferta y el gran volumen comercializado lo que “ha ejercido cierta presión a la baja sobre el precio” y “está enmascarando la fortaleza” del mercado, apunta el informe.
A pesar de los problemas logísticos que afectan a muchas materias primas, limitando el precio y la demanda en el mercado de lana, el volumen de ventas de este año solo ha sido superado por zafras que se destacaron por el fuerte desempeño comercial: 2011 a 2013 y 2017-2018.
Las lanas Merino de mayor finura han mantenido los valores o bajado ligeramente respecto al fin de la zafra 2020-2021, mientras que las lanas medias y gruesas acumulan pérdidas de valor algo superiores, de entre 3% y 6%.
El Indicador de Mercados del Este (IME) cerró el jueves en Australia a US$ 10,26 por kilo base limpia. Se registró un aumento semanal de dos centavos (0,2%) luego de una semana en que llegó a subir 0,8%. Con altibajos entre las categorías, al cabo de las tres jornadas de remates quedaron mejor posicionadas las lanas Corriedale: las de 30 micras aumentaron 2% de un día para otro y se mantienen por encima de los US$ 2,50 el kilo base limpia. Las lanas de 28 micras también se apreciaron ligeramente y se siguen pagando a más de US$ 3 el kilo base limpia.