“Apuntamos a crecer en rentabilidad, en facturación relativa de valor agregado”, dijo el CEO de Marfrig en Uruguay, Marcelo Secco, describiendo la estrategia de la compañía detrás de la venta de tres de sus frigoríficos en Uruguay a su competidora Minerva.
La facturación relativa de Marfrig por los productos elaborados que agregan valor a la carne creció de 10% a 12% antes de 2018 hasta más de 30% en la actualidad. Y luego de desprenderse de 16 plantas en Brasil, Uruguay, Argentina y Chile superará el 40% dijo Secco.
Frigorífico Tacuarembó de Marfrig
Entre 2018 y 2022, indicó, la compañía avanzó en la consolidación de complejos industriales en EEUU, Argentina, Brasil y Uruguay que fabrican hamburguesas, alimentos enlatados, deshidratados y carne cocida. Marfrig seguirá siendo el principal fabricante de hamburguesas en el mundo.
La adquisición del control accionario de BRF y sus marcas de procesados de carne de ave y cerdo (Sadia y Perdigao) forman parte de esta política industrial y comercial de migrar a un modelo con ese perfil de productos y despegarse un poco del commoditie.
En Uruguay Marfrig relega entre 30% y 40% de su facturación con la venta a Minerva de las plantas de Colonia, Salto y San José. Conserva el frigorífico Tacuarembó, donde se están terminando las obras de ampliación que llevarán la capacidad de faena de 900 a 1.400 cabezas diarias desde 2024, con una inversión de US$ 50 millones. También la planta de enlatado en Fray Bentos y un feedlot en Río Negro con capacidad para 14.000 animales.
En este panorama la oferta de Minerva por los 16 activos en cuatro países, unos US$ 1.540 millones “es más que interesante”, dijo el CEO de Marfrig en Uruguay.
Escuche la entrevista de Eduardo Blasina a Marcelo Secco en Tiempo de Cambio