Se espera que la producción mundial de leche disminuya 1,1% en el segundo trimestre de este año, marcando el cuarto trimestre consecutivo de caída, de acuerdo al último informe trimestral de productos lácteos de Rabobank publicado la semana pasada. Altos costos de alimentación, problemas relacionados con el clima y la inflación impactan sobre la remisión.
Si bien la producción de leche se encuentra en medio de una desaceleración significativa, que durará al menos cuatro trimestres consecutivos (del tercer trimestre de 2021 al segundo trimestre de 2022), el debilitamiento de las expectativas de demanda está creando el escenario de caídas moderadas de los precios de los productos lácteos durante la segunda mitad de 2022.
“Parece que los precios mundiales de la leche en polvo alcanzaron su punto máximo durante el primer semestre de 2022”, señaló el banco.
El informe apunta que los altos precios del maíz se mantendrían al menos hasta el segundo trimestre de 2023, lo que afectará la producción. Los analistas esperan costos de alimentación más altos hacia adelante.
En China, altos stocks y un aumento de 8% interanual en la producción local en el primer trimestre debilitan aún más a la demanda que venía afectada por las restricciones gubernamentales anti covid, que fueron levantadas a principios de mes. Esto se ha visto reflejado en una caída en las compras externas del gigante asiático.
La producción de manteca y leche en polvo –entera y descremada- se redujo en el primer trimestre, apuntó el reporte.
La presión de la inflación global y los precios más altos también están afectando a los consumidores, señaló Rabobank. Los precios minoristas de la leche aumentaron significativamente, mientras que los volúmenes de ventas disminuyeron. Las ventas de servicios de alimentos también muestran signos de desaceleración, lo que afecta la demanda.