Un largamente esperado cambio en el etiquetado de origen de las carnes en Estados Unidos será puesto en práctica por el Departamento de Agricultura de EEUU (USDA).
La normativa actual permite que productos procedentes de animales que nacieron, se criaron y fueron faenados fuera de EEUU sean etiquetados como “Producto de EEUU” siempre y cuando hayan sido envasados en ese país.
La nueva reglamentación establece que la etiqueta “Producto de EEUU” solo pueda ser usada para productos derivados de animales nacidos, criados y faenados dentro de EEUU. Estará vigente desde el 1 de enero de 2026.
El cambio es aplicable a carne vacuna y de ave. Ofrecerá a los consumidores información más precisa sobre el origen de las carnes y representará una “compensación más justa” para los productores estadounidenses, según asociaciones agropecuarias y de defensa del consumidor.
“El abuso de la etiqueta ‘Producto de EEUU’ le ha quitado a los ganaderos estadounidenses la oportunidad de negociar su producto al tiempo que le negaba la oportunidad a los consumidores de apoyarlos”, dijo Joe Maxwell, cofundador del grupo Farm Action en un comunicado, que considera el cambio una “gran victoria”.
Los defensores de la reforma del etiquetado del país de origen dicen que los cuatro mayores procesadores de carne en el mercado de carne vacuna estadounidense (Cargill, JBS, Tyson y National Beef) se beneficiaron indebidamente de la antigua norma que permitía etiquetas “engañosas”.
Estas corporaciones produjeron productos más baratos subcontratando en países con menos regulaciones de salud y seguridad para sus trabajadores y animales, luego etiquetaron la carne como “Producto de EEUU” porque la envasan dentro de los Estados Unidos, afirman.
Los productores estadounidenses no pudieron competir con estos precios baratos ni distinguir sus productos fabricados en Estados Unidos de los productos cárnicos subcontratados, según grupos de defensa.
Los pequeños agricultores y ganaderos de las zonas rurales de Estados Unidos sintieron la peor parte de esto. El número de agricultores y ganaderos estadounidenses ha disminuido en los últimos años a medida que grandes corporaciones fusionan productos en los mercados de carne, aves y huevos. De 2022 a 2023, los ingresos agrícolas netos e redujeron en US$ 41.800 millones, según datos del USDA.
Las ganancias para los productores estadounidenses aumentarán una vez que se promulgue la nueva norma, estimaron.
En base a The Daily Yonder vía Successful Farming