Los importadores chinos siguen traccionando el mercado pero ya no proponen los mismo valores con los que se venía trabajando en noviembre para la carne vacuna.
La demanda, sin embargo, sigue firme después del regreso de la carne brasileña al país asiático. “Una cosa es lo que se propone y otra lo que se está dispuesta a aceptar”, dijo a Tiempo de Cambio de radio Rural Alejandro Berrutti, director de Berrutti Negocios Rurales. La industria está vendida, con la faena de diciembre y enero colocada, por lo que no hay apuro de vender, señaló el operador. “La industria no tiene la necesidad imperiosa de aceptar menores valores de los que se venía trabajando”.
Todo lo que se está enviando llegará post Año Nuevo chino, que comienza el 1 de febrero, y se sigue colocando a buen ritmo.
En general la demanda internacional sigue tonificada. En los distintos mercados sienten que va a faltar la carne. “Hay un faltante, no es por falta de producción sino la salida de algunos jugadores”, apuntó Berrutti.
En EEUU los precios siguen muy atractivos en las puertas de la cuota anual que tiene Uruguay de 20.000 toneladas que comienza el 1 de enero. Las entrañas, por ejemplo, han encontrado valores 40% o 50% más de lo que se venía comercializando.
Mientras, en Europa, la situación es desafiante. Las nuevas olas de Covid están generando distorsiones en el consumo. En varios países se están restringiendo los horarios de los comercios y restoranes.
Por el lado de la a demanda interna, no está siendo tan fuerte como en otros años en esta época del año, sostuvo el operador.
En este escenario de fuerte demanda mundial las expectativas son de optimismo de cara al 2022. “Mientras la ecuación dé y la demanda está la cadena sigue traccionando”.