“De la semana pasada a esta China marcó un ajuste importante de valores en delanteros y rueda principalmente”, dijo Marcelo Secco, gerente de Marfrig Uruguay, al programa 100% Mercados de radio Rural.
El industrial remarcó que esto se da en un contexto de gran volumen de oferta brasileña que valida el ajuste en función de los volúmenes que tiene que cargar. Y que permite consolidar un nuevo escenario de precios muy similar a lo que pasaba a principio de año. Setiembre va en camino a ser otro mes récord para las exportaciones de carne vacuna, tras las cifras inéditas de agosto cuando superó las 200 mil toneladas.
En Brasil el precio del novillo es sensiblemente menor al de Uruguay, entre US$ 3,70 y US$ 3,60 por kilo y un premio de hasta US$ 3,95 por los especiales de exportación.
Proveedores de carne vacuna de China enero-julio 2022
“Hay que esperar a ver si esto es un escenario de piso, en un momento en que nos estamos jugando en las próximas cuatro o cinco semanas todo lo que es la demanda de Año Nuevo chino, que se celebra a fines de enero”, dijo Secco, que espera un fuerte reacomodo del precio de exportación de Uruguay. “Estar en US$ 4.500 – US$ 4.300 parecería ser un escenario por lo menos bueno para la incertidumbre que hay”.
Sobre el valor del novillo, “con la foto de estos días, pensando en que son ventas para tres o cuatro semanas para adelante, el mercado que tiene que armarse para finales de este mes es más cercano a US$ 4 que a 4,50”, apuntó.
La oficina del USDA en Beijing proyecta para 2023 una caída en las importaciones de carne vacuna de China desde 3,1 millones a 2,5 millones de toneladas. La reducción de 600.000 toneladas representa una reducción de 19,3% respecto al volumen esperado para 2022: uno de cada cinco kilos.
Las causas: los altos precios mundiales de la carne vacuna, precios internos más bajos y una economía más débil que impacta en las decisiones de compra de los consumidores sobre productos de alto valor como la carne vacuna importada. También apunta a la incertidumbre que generan las restricciones dentro de la política anti-covid del gobierno chino.
Se espera que el consumo interno de carne vacuna disminuya un 3% a 9,9 millones de toneladas en función de menores importaciones y una economía débil.
“En 2022, los importadores se abastecieron de productos de carne vacuna justo cuando los funcionarios de la República Popular China instituyeron los bloqueos de COVID-19 en las principales ciudades y la economía se desaceleró. En la primera mitad de 2022, los precios de importación de carne vacuna crecieron más de 37% causando dificultades para muchos importadores de carne bovina. En la segunda mitad de 2022, las fuentes señalan que algunos los importadores pueden decidir vender por debajo de su precio de compra para evitar costos de refrigeración y almacenamiento”, detalla el reporte del USDA publicado la semana pasada.