Conexión Ganadera reconoció una diferencia de US$ 250 millones entre sus activos de US$ 150 millones –en ganado, créditos e inmuebles- y un pasivo de US$ 400 millones.
Tras las caídas de los fondos de inversión ganadera Larrarte y República Ganadera, la empresa incumplió pagos en enero.
La empresa atribuye su pasivo a «las variaciones del negocio ganadero, la caída de los precios, la sequía y la corrida que se dio en otros fondos».
Previo a la reunión virtual a la que fueron convocados sus 4.200 inversores para este jueves 23, directivos de Conexión Ganadera se reunieron el martes 21 con los 100 principales inversionistas del fondo.
«Se transmitió la situación financiera de la empresa a la actualidad, donde hoy por hoy hay un pasivo de US$ 400 millones en cuanto a inversiones y un activo que ronda los US$ 150 millones, tanto en cabezas de ganado como en créditos a cobrar», dijo Sebastian Dotta, abogado de los inversionistas, en radio Carve.
A diferencia de Grupo Larrarte y República Ganadera –que se presentaron a concurso voluntario por sus deudas– Conexión Ganadera «es el único que tiene la capacidad de reperfilar la deuda con el fin de repagar», dijeron a los inversores, con la intención alcanzar un acuerdo privado para no llegar al concurso.
Según La Diaria, la idea es que los acreedores renuncien a su pasivo y formen una nueva empresa en base a los US$ 150 millones que conforman el activo.
Dotta dijo que los jerarcas de Conexión Ganadera solicitaron un plazo de 60 días «para poder reordenarse y poder replantear un escenario financiero a futuro», y después «otra espera de 60 días para lograr el acuerdo privado».