Bajar el ritmo de faena fue la primera medida tomada por los trabajadores del Frigorífico Tacuarembó, de unos 850 animales por día a 500, como respuesta a la negativa de la empresa a autorizar licencias al personal hasta después de abril por lo que completarían unos 15 meses de actividad sin licencia.
“Los trabajadores no tienen licencia desde enero de 2023 y no tendrán licencia hasta después de abril, por compromisos adquiridos”, apuntó Martín Cardozo, presidente del gremio Foica que reúne a los trabajadores de la industria frigorífica.
A esto se le suman ausencias por enfermedad por lo que “el trabajador que va todos los días se fatiga”. Se han hecho planteos para rotar o contratar reemplazos para que se concreten salidas por licencia.
La situación se viene discutiendo hace algunas semanas y podría haber cambios o retrasos en la entrada de animales al frigorífico, o que se redistribuya de alguna forma la faena entre las plantas de Marfrig.
Se comenzó a profundizar la situación, bajando el ritmo de trabajo y la realización de asambleas cada dos horas. Esta semana se agregó el que el resto de las plantas de Marfrig mantengan el ritmo de faena para que no se traslade a otras plantas el ganado que no se faena en Tacuarembó.
Este jueves se realizará una instancia en el Ministerio de Trabajo. Es una situación interna de la planta que no llevaría a otras medidas sindicales ni a una situación de conflictividad más importante a nivel de la industria, afirmó Cardozo.
En la última semana el frigorífico Tacuarembó faenó 4.261 cabezas. En lo que va de año suma 27 mil reses, 10% de la faena nacional, solo detrás de Frigorífico Las Piedras.