Presiones económicas coyunturales y un dólar fuerte, una oferta muy amplia oferta y el declive estacional de los precios llevaron en la última semana a las cotizaciones de la lana a su menor valor desde noviembre de 2020: US$ 8,53 por kilo base limpia fue el Indicador de Mercados del Este (IME).
La corrección fue de 3% respecto a la semana anterior. Por tercera semana consecutiva marcó un mínimo anual.
A nivel local las últimas referencias marcan operaciones a US$ 3 kg vellón por un lote de lana Ideal de 5.000 kilos de 23,7 micras acondicionado con grifa verde.
Por lanas Corriedale se concretaron operaciones de entre US$ 1,30 (27 micras, con grifa amarilla) a US$ 1 por lanas de 28 micras sin acondicionar.
La brecha de precios entre las lanas más finas y las más gruesas se ha hecho más estrecha en la presente zafra, luego de marcar máximos históricos en el primer semestre de 2022. Las lanas Merino de menos de 18,5 micras bajaron entre 15% y 19% respecto a junio, mientras que las lanas cruza de 28 micras bajaron casi 20% respecto al cierre de la zafra 2021/22, según el informe semanal del SUL.
El retroceso en los precios marca un recorte en la oferta para la presente semana por parte de operadores que no convalidan los precios actuales. Desde el comienzo de la zafra 2022/23 se han vendido 15,6% más fardos que en el mismo período del año anterior.
“El enfriamiento en la demanda y su consecuente caída de precios es normal en esta época del año; este es el cuarto año consecutivo en que los precios ajustan a la baja entre julio y setiembre”, apuntó el SUL.
La demanda desde Europa ha sido débil. Se espera que mejore de cara a la temporada de invierno en el hemisferio norte y sea acompañada por una mejora de precios.