Las medidas de bioseguridad se han reforzado en los aeropuertos australianos después de que se detectara la fiebre aftosa altamente contagiosa en Bali, Indonesia.
Productores ganaderos y diversos actores públicos insisten en que se implementen nuevas medidas en los aeropuertos.
Preocupación en Australia por riesgo de aftosa, en Indonesia hay 200 mil casos
Perros detectores operarán en los aeropuertos de Darwin y Cairns y los oficiales de bioseguridad comenzarán a abordar vuelos desde Indonesia en los próximos días para tratar de evitar el ingreso de fiebre aftosa, luego de que las autoridades indonesias confirmaran el martes que la enfermedad se había extendido al destino turístico de Bali.
El ministro de Agricultura, Murray Watt, dijo este miércoles que la bioseguridad ya se había incrementado en los principales aeropuertos que atienden viajes desde Indonesia después de que se detectara la enfermedad en el archipiélago en mayo.
Todos los vuelos desde Indonesia han operado con perfiles de bioseguridad que identifican a los pasajeros de mayor riesgo para su detección. “La bioseguridad australiana y particularmente la amenaza que representa la fiebre aftosa es una prioridad máxima”, dijo el senador Watt en un comunicado.
Se estima que la fiebre aftosa le costaría a la industria ganadera australiana 80.000 millones de dólares si llegara al país. La enfermedad afecta al ganado vacuno, ovino, caprino y porcino, y tiene graves consecuencias para la salud y el comercio animal.
“Se han producido discusiones de alto nivel de manera continua entre las autoridades australianas e indonesias, así como con la industria local”, dijo Watt.
La presidenta de la Federación Nacional de Agricultores, Fiona Simson, también pidió mayores esfuerzos de bioseguridad.
El jefe de los servicios veterinarios de Australia, Mark Schipp, dijo a radio ABC el martes que los esfuerzos para detener la propagación de la fiebre aftosa ya habían aumentado. “Hemos aumentado mucho las intervenciones en el aeropuerto… por lo que las personas que regresan a Australia pueden esperar ver un mayor uso de perros detectores, intervenciones más específicas y más inspecciones de su equipaje”.
Señalo además que los productores serían compensados si la enfermedad entrara en Australia. “Esto es algo que venimos practicando y ensayando desde hace más de 30 años, y como parte de eso existen arreglos de compensación para los ganaderos que padecen la enfermedad”, dijo a ABC.
En base a The Guardian